Lecho Fluidizado
El lecho fluidizado consiste básicamente en una cuba de arena a la que se le inyecta aire y gas por la parte inferior cuando la arena ha alcanzado la temperatura especificada. Trabaja a una temperatura de entre 300 y 420 grados centígrados.
La fricción que la arena realiza sobre la pieza va eliminando progresivamente los restos de pintura adherida. La materia orgánica es absorbida y los gases desprendidos se queman en una cámara de postcombustión.
Un estudio realizado por la Universidad de Navarra certifica que el material no sufre ninguna malformación.